El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a negar este viernes haber cometido abusos sexuales por los que fue declarado culpable, en el marco de una apelación ante tres jueces a una sentencia de cinco millones de dólares en el caso de E. Jean Carroll, quien acusó al mandatario de abuso sexual y difamación. Además la sentencia en el caso por sobornos a la exactriz porno Stormy Daniels fue aplazada hasta después de las elecciones presidenciales del cinco de noviembre. Se trata de una victoria importante para el candidato republicano, que le llega cuatro días antes del debate con la vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris.
«Caza de brujas»
Trump, quien se hizo presente en la corte de Bajo Manhattan con un traje azul marino y una corbata roja, no tenía la obligación de asistir a la audiencia que duró menos de media hora y luego convocó una rueda de prensa en la que no admitió preguntas. Se dedicó a negar una y otra vez que conociera a la denunciante, y mucho menos que la tocara, y calificó la acusación de «caza de brujas» para impedirle ganar los comicios.
Visiblemente irritado, el expresidente atacó incluso a sus abogados, que se quedaron atónitos. Está «decepcionado» con su trabajo, dijo Trump, quien al cabo de 40 minutos empezó a hablar de su rival Kamala Harris, diciendo que la aventajaba por mucho en las encuestas, cuando en realidad están muy igualados. Luego de su discurso el magnate republicano partió rumbo a Carolina del Norte, uno de los estados más disputados de las elecciones, donde el envío de las primeras boletas para votar por correo se retrasó por la decisión de un juez.
El equipo legal de Trump intentó este viernes revocar el veredicto de un tribunal civil formado por nueve jurados que declaró a Trump responsable de difamar y abusar sexualmente de E. Jean Carroll y en el que se ordenó al político republicano a pagar cinco millones de dólares. En el juicio de mayo de 2023, los jurados escucharon pruebas y testimonios relacionados con la acusación de la escritora, que alega que, a mediados de la década de 1990, Trump abusó sexualmente de ella en el probador de una tienda y la difamó después de que ella hiciera pública la historia.
Trump dijo que no asistió al primer juicio por recomendación de su entonces abogado, quien le dijo que tenía el caso ganado porque no había pruebas suficientes, algo que no sucedió. Sin embargo sí asistió y testificó brevemente en un segundo juicio con Carroll por difamación, que terminó en una sentencia de 83 millones de dólares en enero de este año.
«Él dijo, ella dijo»
Este viernes el abogado de Trump, John Sauer, calificó el caso ante los tres jueces encargados de tomar una decisión como un caso de «Él dijo, ella dijo», y advirtió que la supuesta evidencia era «inverosímil». Sauer sostuvo que el juez emitió «decisiones probatorias defectuosas y perjudiciales» y dijo que no se le debería haber dejado testificar a dos amigas de Carroll que contaron que la escritora, quien no denunció el caso a la policía, les contó el abuso.
Sauer también apuntó que no se debería haber permitido subir al estrado a Jessica Leeds y Natasha Stoynoff, quienes testificaron sobre supuestos abusos por parte de Trump que guardaban similitudes con las acusaciones de Carroll. Trump volvió a tachar a esas mujeres de mentirosas y desmintió sus versiones, sobre todo la de Leeds, quien en su día dijo que Trump abusó de ella en un avión.
Por su parte la abogada de Carroll, Roberta Kaplan, dijo en la corte que las historias de las mujeres fueron cruciales para establecer un patrón de conducta por parte de Trump que se alineaba con las acusaciones de la escritora. «Empezaba con charlas agradables con las mujeres, y luego, de repente, de la nada, se abalanzaba sobre ellas», anotó Kaplan, quien le reprochó no haber asistido al primer juicio ni llamar a ningún testigo. A las afueras del tribunal se juntaron decenas de manifestantes sosteniendo carteles con la cara de Trump y palabras como «Violador», «Criminal» y «Mentiroso».
Sentencias aplazadas
No es el único caso que persigue a Trump en la justicia. Luego de haber sido declarado culpable de falsificar registros contables, estaba previsto que el expresidente conociera la pena el 18 de septiembre, pero el juez Juan Merchan lo aplazó al 26 de noviembre. En mayo un jurado popular dictaminó en un veredicto en ese tribunal en Nueva York que Trump era culpable de 23 casos de falsificar documentos para silenciar a una actriz porno con la que había tenido una relación extramarital.
El equipo legal de Trump había intentado por todos los medios posponer esa sentencia, alegando que suponía una clara interferencia electoral ante los comicios presidenciales del cinco de noviembre. En este caso Trump enfrenta hasta cuatro años de cárcel, pero los expertos apuntan que lo más seguro es que Merchan opte por imponer una sentencia más corta, o tal vez una de libertad condicional o de visitas periódicas a una corte.
Además la jueza del proceso por los intentos de Trump de anular ilegalmente los resultados de las elecciones de 2020 fijó el jueves un cronograma para los próximos dos meses, lo que abre una serie de batallas legales en los días previos y posteriores a las elecciones de noviembre. La magistrada de distrito Tanya Chutkan ordenó al fiscal especial Jack Smith, quien presentó los cargos contra Trump, que entregue un escrito antes del 26 de septiembre sobre cómo ese fallo del alto tribunal afecta el caso contra el exgobernante.
Los abogados del magnate, que pidieron que se desestime el proceso basándose en la sentencia, disponen hasta el 17 de octubre para responder. Los fiscales, por su parte, tendrán hasta el 29 de ese mes para contestar. La Corte Suprema reconoció en julio una amplia inmunidad para el cargo de presidente de Estados Unidos por actos en actividades oficiales, si bien precisó que su titular puede ser perseguido por actos no oficiales.
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