04/12/2024

Putin propuso una mediación internacional para terminar la guerra con Ucrania. 



El presidente ruso propuso este jueves a China, Brasil e India como posibles mediadores en las eventuales negociaciones de paz con Ucrania, señalando que poseen una mejor disposición que los Estados Unidos y las potencias europeas que, según el mandatario, estarían interesados en prolongar el conflicto.

«Respetamos a nuestros amigos y socios que, considero, están sinceramente interesados en resolver todos los problemas relacionados con este conflicto. Se trata principalmente de China, Brasil e India», dijo el dirigente durante el plenario del Foro Económico Oriental, celebrado en la ciudad de Vladivostok este jueves 5 de Septiembre, en el que se presentó junto a Anwar Ibrahim, primer ministro de Malasia, y el vicepresidente de la República Popular China, Han Zheng.

Putin, que acaba de volver de Mongolia, Putin, cuyas autoridades ignoraron la orden de arresto del presidente ruso emitida por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra, volvió a acusar a Occidente de presionar a Kiev para no cesar las hostilidades en el país vecino. 

Sin embargo, mostró voluntad de poner fin al conflicto con Ucrania, «¿Estamos dispuestos a entablar negociaciones con ellos? Nunca nos opusimos a ello. Pero no sobre la base de ciertas demandas efímeras, sino sobre documentos acordados y de hecho rubricados en Estambul», dijo en referencia a las negociaciones de paz de 2022.

En esos documento, Rusia reivindica como condiciones para la negociación el anexo de las dos regiones del Donbás ucraniano, la de Lugansk y la de Donetsk, así como la retirada de las tropas ucranianas de estas zonas y las de Jerson y Zaporiyia. Estas demandas fueron rechazadas por Ucrania y sus aliados occidentales, para los que representaba una capitulación de facto.

De haberse firmado ese documento, Putin asegura que «la guerra hubiera concluido hace mucho», pero, agregó, el objetivo de estadounidenses y europeos es lograr «la derrota estratégica de Rusia».

Dmitri Peskov, portavoz presidencial ruso, aseguró que las presiones de occidente a Kiev para no cesar hostilidades en su territorio obstaculizan una eventual negociación. «A día de hoy, no vemos las condiciones para celebrar negociaciones de paz», remarcó.

Un mediador desinteresado

Putin afirmó, como parte del plenario, que está dispuesto a negociar con Kiev, si Ucrania lo pide, atribuyendo a la ofensiva ucraniana en Kursk la negativa de Moscú a iniciar una negociación. «Si emerge un deseo de negociar no lo rechazaremos», enfatizó, añadiendo que estas negociaciones deberían basarse en las conversaciones de paz de 2022, libres de las presiones de Estados Unidos y los estados europeos.

En contraposición a la postura de las potencias occidentales, el mandatario ruso señaló que China, Brasil e India «aspiran honestamente a ayudar a conocer todos los detalles de este complicado proceso».

Los líderes de estos tres países, miembros del BRICS, serán parte de la próxima cumbre del grupo emergente en octubre de este año, a llevarse a cabo en la ciudad tártara de Kazán, donde se reunirán con Putin para celebrar una reunión de trabajo multilateral.

El líder chino, Xi Jinping, apoya el argumento ruso de que la OTAN es el principal responsable del actual conflicto, aunque no ha roto completamente los lazos con Kiev y, de hecho, recibió en julio al ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba.

Narendra Modi, primer ministro indio, tiene una estrecha relación con Putin, pero también se reunió en agosto con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en Kiev, al que pidió «soluciones innovadoras» para restaurar la paz.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se negó a sumarse a la alianza de occidente que apoya a Ucrania y ha abogado ante Putin desde el principio del conflicto armado por un alto al fuego y conversaciones de paz directas.

Condiciones para la paz

Otro punto que reforzó el presidente ruso, como parte de su exposición, es que previo a las negociaciones, Ucrania debe expulsar sus tropas de la región fronteriza de Kursk, retirando la incursión que lleva más de un mes en curso.

«Nuestras fuerzas armadas estabilizaron la situación y han comenzado a expulsar al enemigo de los territorios fronterizos», explicó, agregando que Kiev no consiguió el propósito que perseguía con este ataque, hacer replegar el avance ruso, principalmente en el Donbás. «El objetivo del enemigo era ponernos nerviosos e inquietos y detener nuestra ofensiva en áreas clave, en particular en el Donbás, cuya liberación es nuestra prioridad número uno», dijo el jefe de Estado.

Putin considera que al avanzar con sus tropas al interior del territorio ruso, Ucrania no solo ha fracasado en sus avances, sino que debilitó sus defensas. «Al trasladar sus unidades más grandes y mejor entrenadas a la frontera, el enemigo se debilitó en sectores clave y nuestras tropas aceleraron las operaciones ofensivas».

La incursión ucraniana en Kursk, según informa el Ministerio de Defensa ruso, ha causado más de 10.000 bajas para el ejército invasor, aunque le permitieron controlar un centenar de localidades y cerca de 1.300 kilómetros cuadrados de territorio enemigo.

Para Putín, estos avances no solo entorpecen las negociaciones de paz, sino que también le han permitido a Rusia «adquisiciones territoriales» que hace tiempo no lograba en su conflicto con Ucrania. 



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