Ucrania atacó con drones a refinerías e instalaciones petroleras rusas con el fin complementar así las sanciones internacionales cuyo impacto hasta ahora ha sido limitado. A su vez el presidente de Rusia, Vladimir Putin, descartó un ataque nuclear preventivo en el corto plazo pero advirtió a los países proveedores de armas a Ucrania que Rusia podría hacer lomismo con Corea del Norte.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) está detrás de los ataques que provocaron incendios en dos depósitos de combustible en Rusia el jueves por la noche, en la región de Tambov y en Adigueya, informó la radiotelevisión pública ucraniana, Suspilne, confirmaron las autoridades locales rusas en Telegram.
Ambas instalaciones procesan y almacenan materiales utilizados por el Ejército ruso, según declaró una fuente anónima del SBU a los medios de comunicación ucranianos.
«Recursos del enemigo»
«Los ataques del Servicio de Seguridad de Ucrania a las empresas que trabajan en la industria militar de la Federación Rusa reducen los recursos que el enemigo puede utilizar para hacer la guerra y obligan al país agresor a gastar en la restauración de infraestructuras», subrayó.
Según Suspilne, el SBU ya ha realizado casi 30 ataques exitosos en diversas regiones de Rusia, mientras que drones de la inteligencia militar de Ucrania (GRU) también han efectuado ataques similares.
La fuente afirmó que Ucrania continuará sus ataques contra la industria petrolera rusa para aumentar la carga que soporta el presupuesto de Rusia, que «ya está sufriendo debido a las sanciones y otros desafíos económicos».
Sin embargo, por ahora, Rusia sólo experimenta «algunas pequeñas dificultades» en sus mercados petroleros, ya que no tiene problemas con la disponibilidad de diésel y sólo tiene problemas limitados con la gasolina, señaló la fuente. Por los ataques Rusia habría perdido alrededor del 12% de su capacidad de refinado a finales de marzo, según el jefe del SBU, Vasim Maliuk.
Complementar las sanciones
Después de que el SBU atacara una base petrolífera en Azov a principios de esta semana, una fuente anónima calificó los ataques de «sanciones con drones». Sugiere así que los ataques complementan y, en cierta medida, son incluso más eficaces que las sanciones vigentes de los países del G7 y la Unión Europea (UE) contra la economía rusa, introducidas después de que ésta lanzara su invasión de Ucrania hace 848 días.
Según el Instituto KSE, Rusia ha perdido unos 116.600 millones de euros en ingresos por exportaciones de petróleo desde febrero de 2022. Sin embargo, los problemas para hacer cumplir las sanciones pueden elevar los ingresos a 181.000 millones de euros en 2024 y a 175.300 millones en 2025, advierten sus analistas.
Las navieras de Emiratos Árabes Unidos, China y Grecia ayudan a Rusia a transportar su petróleo a la India, China y Turquía, que siguen siendo los principales importadores, según el KSE. Las operaciones de la flota rusa en la sombra, con el uso de petroleros viejos y no asegurados, prosperan a pesar de las sanciones.
Eludir las restricciones y mantener los volúmenes de exportación permite a Rusia vender la mayor parte de su petróleo a precios más altos que los previstos por los topes introducidos por Occidente.
Se espera que los ingresos de Rusia por petróleo disminuyan tras la introducción del decimocuarto paquete de sanciones, acordado por los Estados miembros de la UE el jueves, que incluye también restricciones a la transferencia de gas natural licuado (GNL) ruso en puertos europeos.
Corea del norte
En respuesta la ofensiva de Kiev y sus aliados Putin, no descartó este jueves suministrar armamento a Corea del Norte. «Nosotros nos reservamos el derecho a suministrar armas a otras regiones del mundo. Y esto tampoco lo descarto a la vista de nuestro acuerdo con la República Popular Democrática de Corea», dijo Putin durante una rueda de prensa al término de su visita a Vietnam, transmitida por la televisión pública rusa.
Putin aseguró que «los occidentales proporcionan armas a Ucrania y a partir de entonces dicen que ya no controlan nada, y no importa cómo son usadas». «Pues nosotros también podemos decir que hemos suministrado algo a alguien y después no nos hacemos cargo de nada», dijo.
En cuanto al acuerdo de asistencia mutua en caso de agresión suscrito este miércoles con Pionyang, Putin le quitó hierro, aduciendo que no es nada nuevo. «Hemos suscrito este acuerdo debido a que el antiguo ha dejado de existir. Y en el anterior acuerdo de 1961 era todo lo mismo, no hay ninguna novedad», afirmó.
Aunque admitió que «en el contexto actual esto parece algo extraordinario», añadió que «casi no hemos cambiado nada» y que la situación en el mundo exige reforzar legalmente las relaciones con los socios de Rusia, especialmente en Asia.
Corea del Sur «no tiene por qué preocuparse, ya que nuestra ayuda militar en virtud del acuerdo que firmamos sólo se plantea si en relación con uno de los firmantes del documento se comete una agresión. Por lo que yo sé, la República de Corea no planea una agresión contra Corea del Norte», señaló. Putin también tachó de «inhumanas» algunas de las sanciones adoptadas contra el régimen comunista norcoreano y pidió su levantamiento.
Putin subrayó que, en realidad, el acuerdo que firmó con el líder norcoreano, Kim Jong-un, será «un factor de disuasión para que la crisis (coreana)» no se traduzca en un conflicto armado. Y, en respuesta a la pregunta de un reportero, descartó el posible despliegue de soldados norcoreanos en el campo de batalla de Ucrania.
La firma del acuerdo de asistencia mutua entre Rusia y Corea del Norte ha causado un gran malestar en Seúl, pero también en Estados Unidos y Japón.
Doctrina nuclear
En cuanto a la cuestión nuclear Vladímir Putin descartó la inclusión del ataque preventivo en la nueva doctrina nuclear de Rusia al expresar la seguridad de que Moscú daría una respuesta devastadora a quienes le ataquen con armas estratégicas.
«Por el momento, no necesitamos un ataque preventivo, porque el enemigo será inevitablemente destruido durante un ataque de respuesta», afirmó en una rueda de prensa al término de su visita a Vietnam transmitida por la televisión pública rusa.
Preguntado sobre cuáles podrían ser los cambios de la doctrina nuclear rusa a los que se refirió durante su intervención en el Foro Económico de San Petersburgo, Putin indicó que estarían relacionados con intentos de los posibles adversarios de «reducir el umbral de uso de armas nucleares».
«Sabemos que entre los expertos de Occidente se barajan ideas de cierto tipo de armas nucleares que podrían ser utilizadas y eso no sería algo especialmente grave. Puede que no sea grave. Pero nosotros estamos obligados a prestar atención a eso. Y lo hacemos», señaló.
«Las fuerzas nucleares estratégicas rusas siempre están en estado de alerta. Por eso, nos preocupa poco lo que hagan ahora los países de Occidente pero, naturalmente, observamos con atención», dijo, al apuntar que «ellos incrementan la tensión, escalan la situación, por lo visto, esperan que en algún momento nos asustemos».
«Esto significa el fin de la historia milenaria del Estado ruso. Pienso que esto es comprensible para todos. Y entonces surge la pregunta, ¿para qué tener miedo? ¿No es mejor ir entonces hasta el final?», zanjó. «Quiero preguntar: ¿para qué necesitamos un mundo en el que no exista Rusia?»
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